Horarios
Lun a Vie : 10 am - 1 pm 2 pm - 4 pm Sábados bajo reservación
Contáctanos
(502) 2308 3631
info@mdh.org.gt
info@mdh.org.gt
Museo del Holocausto Guatemala
“LO INNOMBRABLE”
Por medio de triángulos bien integrados, representando una identidad judía sólida (Al Reguel Ajat), recordar lo incierto, imposible de olvidar. Con telas, existe la posibilidad de comunicar la memoria del impacto. Los pies que vieron posible su liberación trazan caminos innovando su humanidad. La tierra que da frutos es la misma que oculta cenizas de oscuridad.
Lo Innombrable es una obra cercana a mi corazón. Soy judía, pero crecí sin saber mucho del Holocausto. A pesar de que tuve familiares que murieron en ese episodio de la Historia, del Holocausto nunca se habló.
El proceso de investigación para la realización de esta obra me permitió conocer las memorias de la historia más oscura de nuestra humanidad. Cada triángulo representa 2,500 personas que murieron.
Los triángulos de colores boca abajo son las clasificaciones que se usaban en los campos*: el rojo representaba a los prisioneros políticos; el rosado a los homosexuales; el morado a los testigos de Jehová; el verde a los criminales; el café a los gitanos o romaníes; el azul a los inmigrantes y el amarillo a los judíos. Las letras que aparecen son la inicial de sus respectivos países natales en alemán. Estos triángulos iban cosidos al lado izquierdo en sus uniformes.
Los triángulos boca arriba representan la presencia de la Alemania nazi en su jerarquía militar: los negros representaban a las SS (Schutzstaffel; escuadrones de protección) eran originalmente una organización paramilitar que brindaba seguridad al Partido Nazi; los blancos a la “Luftstreitkräfte” fuerza aérea; el verde militar representaba el “field gray uniform” y la “Waffen SS”; el azul de los “uniformes de la marina”; y el khaki y camuflaje son los alemanes que estaban en el campo de batalla. Los triángulos grises de varios tonos son para demarcar los países neutros y los países aliados. Los países ocupados están representados con triángulos de telas rayadas que todos identificamos con el Holocausto y los campos de concentración.
Muestro el color cenizo del Este de Europa que connota las llamas que quemaron a millones de judíos nunca nombrados con sus estrellas amarillas.
Esta obra me permite mostrar lo imponente y poderosa que fue la Alemania nazi. Representa poco a poco, cómo Alemania fue ocupando los países y pisando sus tierras instalando campos, cuarteles, fosas comunes y llevando a cabo una matanza por balas en todo el continente europeo. Se dice que hubo 15,000 campos*entre campos de tránsito, concentración, trabajo y exterminio; pero, sobre todo, esta obra permite honrar la vida, la luz y la sombra para traer a la consciencia lo que no se conoce, lo que no se habló, lo que se perdió, lo que torturó; para aprender, para plasmar el legado: para crear vida.
LO INNOMBRABLE cuenta la historia de esta red donde todos los presentes, víctimas, perpetradores, testigos y participantes estaban unidos, Un entretejido que afectó a todos. Es un tema humano que trasciende el espacio y el tiempo.
El tapiz es una de las formas más antiguas de textiles tejidos. Desde tiempos de antaño se usan para contar un aspecto de la Historia, para dejar un registro de sucesos que marcan un período histórico, Este memorial “Lo Innombrable” es un tapiz contemporáneo que reúne la memoria colectiva que se interconecta con la memoria histórica, la cultura, la religión, la filosofía, lo social, político y económico para contar la historia de los textiles específicamente relacionados con la Shoah y todos los sucesos alrededor del exterminio de los seis millones de judíos y otros cuatro millones que fueron condenados injustamente durante la Segunda Guerra Mundial.
NO soy historiadora, soy artista y me atrevo a responsabilizarme por esta obra…
A través de mi experiencia, cuento por medio de la cartografía de la Europa de 1933 lo que conllevó una ideología totalitaria, que encerró dentro de un continente entero la atrocidad más grande que la humanidad ha podido presenciar.
Con esta obra, mi trabajo como ser humano y el trabajo que cada uno de ustedes puede hacer, es posible crear una humanidad que nunca jamás sea capaz de provocar algo semejante. Seamos una humanidad en donde el antisemitismo, el racismo, la intolerancia y el abuso, no sucedan NUNCA JAMÁS.
La historia del Holocausto por balas y fosas comunes, que sucedieron en el Este de Europa, son poco conocidas y están representadas por estrellas doradas para recordar a las víctimas no nombradas en esta historia obscura. Las víctimas que inocentemente murieron por discriminación están siendo evocadas e iluminadas para sentir su presencia.
Las balas alemanas son el recordatorio de: una bala-un judío, y la llave que cuelga en territorio alemán (quise que quedara en territorio polaco), es la llave que llevó a mis ancestros y a todos aquellos que hoy viven y han caminado a nuevas tierras, abriendo nuevas puertas y forjando su recorrido… dejando el legado de su descendencia.
Las telas del Memorial son tejidas en la fábrica “Iris”, fundada por Joseph Peter Engelberg, quien sobrevivió la Guerra, emigró a Guatemala y formó una gran y unida familia. Hoy, aquí en Guatemala, su hijo Jaime y sus hijas Arianne y Joanna Engelberg trabajan para la sostenibilidad, innovación y consciencia social con “The New Denim Project”, donde reviven el desperdicio de lona y ropa usada y la convierten en fibra e hilo para tejer nuevas prendas.
Este memorial vivo honra en cada fibra a las almas conocidas y desconocidas que se sacrificaron para que toda la humanidad pudiera aprender; y les doy un lugar en la luz que alumbra la historia detrás de cada niño, niña, abuela, abuelo, madre, padre, hermano, hermana, tío, tía, hasta bisabuelas y bisabuelos que perecieron y HOY se ocultan como cenizas de oscuridad navegando hacia la luz de la compasión, la tolerancia y el entendimiento.
No se puede conocer la luz sin pasar por la sombra, La muerte honra la vida y la vida nunca puede verdaderamente morir.
Elie Wiesel escribió en su libro “La Noche”:
“Para el sobreviviente quien escoge testificar, es claro: su deber es dar testimonio por los muertos y por los vivos. No tiene derecho a privar a las futuras generaciones de un pasado que pertenece a nuestra memoria colectiva. Olvidar sería no solo peligroso sino ofensivo; olvidar a los muertos sería como matarlos una segunda vez”.
Elie Wiesel, de su libro “La Noche”, publicada en Argentina en yidis en 1956.
SYLVIA TENENBAUM GOTLIB
Con esta obra, mi trabajo como ser humano y el trabajo que cada uno de ustedes puede hacer, es posible crear una humanidad que nunca jamás sea capaz de provocar algo semejante. Seamos una humanidad en donde el antisemitismo, el racismo, la intolerancia y el abuso, no sucedan NUNCA JAMÁS.